Presentación de "Estos pequeños milagros" de Byron Espinoza

Por Floria Jiménez

Afirma el poeta, a manera de promesa, que: “Los mejores libros son traducciones directas desde el lenguaje de los sueños” y lo cumple a cabalidad. Byron es, sin duda, el intérprete de los sueños infantiles y su lenguaje. Es algo más que un escritor para los niños, es el milagro de un niño grande que juega con la luz de las palabras y las convierte en arcoíris. Es el chef exquisito que mezcla, amasa y hornea los conceptos más refinados para convertirlos en “suspiros” que se deshacen en la boca. Es el hortelano que siembra las semillas más selectas y cosecha bosques de pródiga poesía.

En Estos pequeños milagros, el poeta establece un diálogo con su propio niño y con los demás niños en busca de respuestas que se multiplican como estrellas en el firmamento, cada una con su propia luz.

Foto de Hellen Hernández

Esta cajita de sorpresas de tinta y papel motiva, enternece a los lectores de todas las edades porque en el país de los sueños cabemos todos. Es este un telar con los más selectos tejidos que al tacto parecen jirones de nube. Es este el trampolín hacia una laguna de aguas transparentes donde navega la imaginación con sus velas de luz.

Sí, este libro lo confirma desde su nacimiento, es milagroso por sus imágenes que reinventan la costumbre de ver el mundo en su esencia más colorida, esa con aromas y música que solo se perciben en el país de las maravillas. Es ese mundo donde la alegría pinta un mágico horizonte con delfines voladores.

Foto de Carolina Arias

Este libro tiene sus propias alas y son tan diáfanas que se mezclan con el azul del cielo y el vapor de las nubes, allá, muy arriba, donde “Lo esencial no es visible a los ojos” (El Principito).

Este libro rescata el derecho del niño a soñar el mundo que desea y que merece porque rescata la fe y la esperanza en que todo es posible con solo invocarlo porque Byron toma al niño de la mano y lo lleva hasta la puerta de su propio paraíso.

Este “inventario de asombros”, “insectario” de asombros o colores del asombro es la entrada al reino de la poesía. Cada imagen se entrelaza con la otra en una ronda interminable de palabras aladas y nos hace exclamar:¡El diccionario está incompleto” porque no ha aprendido a volar!

Enhorabuena, Byron Espinoza, poeta de los niños, poeta de todos los que creemos en los milagros, tu obra marca una renovación en la literatura infantil costarricense.

Ilustración de María Zúñiga

Foto de Carolina Arias